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jueves, 31 de mayo de 2012

Hablamos de la vida

Cuando prendo la tv y engancho una película que ya vi tengo la obligación de volver a verla. No puedo dejar de hacerlo, es un vicio, una comodidad, una costumbre.
Una de las últimas conversaciones que tuve con mi amigo Vicente Luy fue sobre la película Match Point de Woody Allen. Vicente era fanático del tenis y practicó este deporte muchos años, siempre estuvo cerca del mundo del tenis de algún modo. Será por esto que le gustaba tanto esta película quizá. A mí también me gusta, a lo mejor por insistencia, a lo mejor por la música. Con el tiempo comencé a quererla y a entender mejor sus personajes.
Ayer la vi varias veces porque la daban en continuado. Yo intentaba conseguir que Julián durmiera por primera vez en el moisés y la tv para iluminar el cuarto y para incentivarme a seguir sirvió.
Vicente ya no está. Decidió irse y Julián llegó antes de tiempo. Ahora soy la mamá de Julián.
Ser mamá fue un sueño que me costó mucho realizar. Mi amiga Mari Sano cuando supo de mi embarazo me dijo -era su sueño- y yo, asentí. Perrone Raúl me escribió feliz al ver una fotito de mi bebé en un mail que le envié- es tu mejor canción- me dijo y yo, asentí en silencio iluminada por la pantalla y por la luz de la noche.
Tener un bebé en casa es una felicidad increíble. Cualquier cosa que diga o escriba estará de más.
Julián tiene 2 meses ya. Crece minuto a minuto y nosotros aprendemos a ser papás como podemos, intentando siempre lo mejor. Con su nacimiento vienen también los miedos, los temores y el nuevo amor por descubrir. Ese amor que hace explotar tu corazón.
Vicente no conoció a su mamá, ella murió en un accidente aéreo junto a su marido y padre de Luy. Quizá su único contacto con ella haya sido a través del diario personal de su madre. Un diario difícil, duro y revelador también. Cuando escuché en boca de otro amigo unos fragmentos de este cuaderno me sumergí en la tristeza y entendí más la locura de mi amigo. Posiblemente el amor de mamá sea el más importante pienso.
Vicente ha sido un genial poeta. Amigo de la palabra y enemigo también. Siempre jugando el Match Point (hasta finalmente perderlo al tirarse desde el balcón de un depto. en salta).
Me dejó muchas cosas, me queda la angustia de su partida.
Lo despedimos todos juntos en un recital que dimos un par de domingos atrás. Era necesario.
Volví a casa con una infinita tristeza. Me quedé un rato en la cocina pensando sola. Preparé un licuado de mango en la oscuridad y me hundí en el sonido de la maquina triturando el hielo.
Hablamos de la vida se llamó el evento y ahí arriba en mi cuarto me esperaba mi hijo. Cuando me vio se sonrió, parecía un efecto pero era real. Yo me desarmé y le hablé al oído.
Quedan los libros y el cariño escrito en la primera hoja que serán parte de la herencia que le dejaré a Julián. Seguramente él será un fan de la poesía de Vicente, ojalá.

7 comentarios:

  1. Como son las cosas de la vida cuando te enfrenta a estos dilemas tan grandes. La tristeza por perder un amigo y la sonrisa de tu niño generan sentimientos muy fuertes que van casi en paralelo. Quizàs, pienso yo con total inocencia, el amor y la alegria que tiene tu hijo al verte sea la misma que vos sentìs al recordar a Vicente. Quizàs en ambos està presente el amor de Vicente. Y la muerte pierde de nuevo ante la vida.
    Saludos Florencia.

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    1. Quiero aclarar algo que leo recién: cuando digo que "generan sentimientos muy fuertes que van casi en paralelo" me refiero a que cuando el dolor de la perdida de Vicente se hace presente, tu hijito compensa el dolor.

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    2. hola, gracias por escribir.
      Entiendo lo que decis y comparto. Es dolorosa la perdida pero es tan fuerte lo vital de un bebé que te obliga y te tira para adelante. Como si la felicidad y la tristeza pudieran ir por carriles paralelos.
      ¡cariños!

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  2. Te acompaño en el sentimiento y te admiro profundamente...
    Recuerdo una de las veces que tocaste, estaba Vicente, era la primera vez que lo veía. Me invito a ser parte de una de sus lecturas, simplemente me invitó a cantar, sin conocerme. Me dio la oportunidad de enfrentar una vez más mi pánico al escenario, al público, a la multitud que asecha. Su nostalgia y su abrumadora presencia me envolvieron en un interrogante de querer saber quien era? que escondían sus ojos de niño?
    Algunas de esas respuestas las leí en tu texto Flor, te acompaño en el sentimiento y te admiro profundamente...

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  3. hola gabi gaba!
    Recuerdo aquel día. El quedó encandilado con vos y muchas veces me preguntaba como estabas, te recordaba.
    Me alegro que podamos encontrarnos aqui, en el ciberespacio y en las palabras. Es lindo compartir.
    Un fuerte abrazo

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  4. Flor, ya paso el 13 de junio, ya es 14, pero ayer 13 fue el día de los escritores y mi madre publicó su 3er libro de poesía en un barcito en el centro. A la mitad del evento alguien pasó un video de Vicente. Me emocionó y quería contártelo, para desearle juntas a él este día del escritor que tanto merece. Abrazo

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    1. gracias por contarmelo. Mañana se lo contaré a mis amigos, quizá alguno de ellos tuvo algo que ver con la proyección del video.
      Vicente vive en sus obras por eso es importante seguir difundiendo.
      gracias gracias
      besos

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